miércoles, 1 de junio de 2011

Editorial: Locura

Locura es la palabra más adecuada para calificar la condición humana en estos tiempos que corren. La nosología psiquiátrica en las últimas ediciones de su conocido manual diagnóstico ha tratado de enajenar a la locura de su íntima relación (y responsabilidad) con el alma humana. No encontramos allí sino enfermedades mentales: esquizofrenia, psicosis, depresión… y, además, cuando de explicar su origen se trata, las causas suelen imputarse a factores externos o genéticos, es decir, roban el lazo que conecta la locura con la historia familiar del sujeto.

Esta edición de Contrafirma® pretende operar como sitio de convergencias para un sentido más originario de la locura, uno al menos reconocible en nuestras vidas. Desde la portada, Carmen Tinajero trascribe en la mejor forma posible el saber decantado durante largos años de trabajo con personas tocadas por la locura más notable, más claramente apreciable, tanto más cuanto se las ha recluido en un hospital psiquiátrico. El estilo del aforismos es el que mejor se presta para hacernos llegar, y no, un saber, una verdad que “sólo puede ser dicha a medias”; las sentencias contenidas en su trabajo son pequeñas joyas.

Por otro lado, en éste número contamos con la apreciable participación del Grupo Metonimia A.C. de Chiapas a través de uno de sus miembros; Alfredo Flores nos participa de la investigación que realizan con adolescentes en situación de conflicto con la ley, con chicos que han sido catalogados como delincuentes. En su trabajo analizaron los vínculos que se generan entre la estructura familiar y la condición delictiva; es notable así mismo que su método de investigación lo es también de intervención: en las entrevistas con los adolescentes éstos tienen la oportunidad de simbolizar aspectos de su historia familiar y, así, efectuar en sí mismos un trabajo de reestructuración subjetiva sin duda salvífico. Con un abordaje distinto, Alberto Slagdona analiza los efectos producidos en el sujeto por los sonidos: éstos, a diferencia de los signos con sentido que son las palabras, el lenguaje, pasan de largo a la razón (condición aborrecida por Freud) y se clavan en el alma, en el cuerpo. Las referencias a Grecia y al psicoanálisis hacen de ese texto una experiencia recomendable.

En las páginas centrales hallará el lector una pequeña parte del trabajo poético de Alda Merini (1931-2009), poetiza genial italiana quien debiera vérselas con graves episodios de locura, tantos que pasó muchos años de su vida asilada en instituciones mentales; ello no le impidió (tal vez debido a ello) obsequiarnos una obra poética llena de lucidez y creatividad.

Varios otros escritos -entre ellos alusivos al erotismo y a la locura ecocida-, completan esta edición de Contrafirma®, la cual hemos disfrutado particularmente; esperamos que el amable lector incube en sí tantas inquietudes despertadas por éstos textos irredentos como nosotros al publicarlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario