lunes, 30 de agosto de 2010

Quien al pobre da a Dios le presta

No está en discusión la existencia de Dios en este texto, mucho menos si su palabra es la verdad o no. Muchas de las cosas que nos sostienen en la vida para poder circular es del orden de lo imaginario y lo simbólico, el real se entre mezcla, pero no nos percatamos claramente de él porque está velado.

Lo verdaderamente importante es la relación que el sujeto sostiene con Dios, ya que la subjetividad y la identidad están en juego en esta relación, como en muchas otras, me refiero a la relación entre semejantes, también con los objetos, con el trabajo, con los quehaceres cotidianos. La subjetividad y la identidad tienen componentes imaginarios y simbólicos –por así decirlo- que otorgan a nuestra persona la esencia de nuestro ser. Dios es una figura importante en la sociedad, y la guía espiritual para muchos que así lo creen. Dios es una necesidad del hombre, como lo es el trabajo, como lo es el amor, a lo que apunto es, sea lo que fuera, los sujetos pueden decidir qué incluir en su vida y en otros casos son impuestas. Dios es una necesidad, Dios es en parte la esperanza, es la protección a la desesperanza, la cobija ante la soledad, como lo puede ser el confort y el dinero para otros.

Quien al pobre da a Dios le presta, esta frase pone en juego esa relación del sujeto que la toma con Dios, y se puede interpretar de muchas manera según la percepción de cada quien y la lleva al escenario de su vida gustosamente o trágicamente según como lo viva. a lo que me refiero es que la relaciòn con Dios es particular aunque los mandamiento y la palabra sea igual para todos. Es decir depende del sujeto no de Dios como vida su fe y la espiritualidad. Yo podría decir que Dios es misericordioso porque absorbe la deuda del pobre, y no sólo eso sino que también da en sobreabundancia a quien dió. Pero también podemos hacer otra lectura, Dios paga la deuda del pobre al sujeto que dió y le da en sobremanera, para que el sujeto quede en deuda con Él, no Dios con el sujeto, es decir, si Dios no te devuelve eso que diste, entonces Dios estarÍa en deuda. Es importante reflexionar la posición que tenemos ante las diversas situaciones que nos presenta la vida, si aceptamos las diferencias y la forma de vida de cada quien podemos de alguna manera iniciar un camino para asumir nuestra responsabilidad y así la consecuencia de nuestros actos y de nuestras creencias.

Miriam Fuentes

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